En 2018 sus padres Alexander y Nora lo acercaron a una misión de Operation Smile en Santa Cruz, Este de Bolivia, donde los médicos le cerraron su labio hendido. Meses más tarde también le fue operado el paladar.
Emocionada recordó cuando poco después del parto, cuando esperaba con ansiedad ver a su hijo por primera vez, solamente llegó un médico a explicarle lo que había sucedido. Su sorpresa fue mayúscula.
Ninguno de los ultrasonidos realizados a los cuatro, seis y ocho meses de embarazo habían revelado la condición de Damián.
Y volvió a sentir la angustia que la dominó en ese momento, cuando no podía parar de llorar. Y le vino a su memoria cuando tuvo que pagar por un obturador del paladar unos días más tarde. Fue ahí cuando se dio cuenta de que no podrían asumir el costo de una operación reparadora.
El obturador es un complemento dental que cubre el paladar hendido y permite que los bebés sean alimentados, lo que asegura un crecimiento saludable y adecuado antes de su cirugía.
Nora no tenía muy claro qué hacer, pero lejos estaba de rendirse. Estaba decidida a que Damián tuviera una sonrisa.
Un día escuchó en la radio sobre la llegada de una misión de Operation Smile a la ciudad y no lo dudó.
Su hijo pasó la primera revisión médica integral y quedó en la lista de los niños que estaban en condiciones de ser operados. Esa fue la primera de las alegrías y llegó en medio de la sorpresa por ver a tantas familias en la misma situación que la de ella.
La segunda, y la más importante, fue cuando vio a Damián poco después de la operación.
Nora recordó también el apoyo de sus familiares, amigos y vecinos. Su agradecimiento es tan amplio como la sonrisa de Damián.
“Les quiero agradecer un montón porque mi hijo va a tener la posibilidad de sonreír”, dijo Nora, feliz con el cambio en el rostro de su hijo menor.