Leudy nació con labio y paladar hendidos y el doctor prefirió explicarle todo a su madre antes de entregarle el bebé. Pero Marisol no entendía qué estaba ocurriendo y la envolvió el temor y la incertidumbre.
¿Qué es lo que está mal?”, se preguntaba.
Cuando por fin le trajeron a su hijo, su boca estaba cubierta. El doctor le explicó que había opciones de cirugía para reparar el labio y el paladar, pero que había que esperar a que el bebé creciera lo suficiente para poder afrontar la operación.
Marisol y su esposo Ramón se quedaron sin palabras. La hendidura facial de su hijo no fue detectada en los ultrasonidos.
En los primeros días Marisol no quería salir a la calle con su hijo, aunque cambió de idea con rapidez. “Es mi hijo y es hermoso”, se dijo. Ignoró las miradas de otras personas y los comentarios por lo bajo.

Leudy luego de su cirugía. Foto: Carlos Rueda.
Un día Ramón vio a otro niño con su labio reparado y le preguntó a la madre dónde había recibido ayuda. Ella le comentó sobre Operación Sonrisa República Dominicana y le pasó un número de teléfono.
Ramón envió un mensaje de inmediato y acordaron una cita para una revisión médica integral de Leudy en el próximo programa quirúrgico en Santo Domingo.
La revisión médica es el primer paso para determinar si un bebé está lo suficientemente saludable para afrontar una cirugía. En muchos casos los pacientes llegan con problemas de nutrición y Operation Smile retrasa sus operaciones al tiempo que los apoya con sus programas de alimentación.
Cuando llegó el día, Marisol y Leudy viajaron en autobús desde Higüey, distante a tres horas de la capital. Ramón no podía perderse la jornada de trabajo y quedó a la espera.
Los voluntarios de Operación Sonrisa República Dominicana evaluaron a Leudy para determinar su estado de salud.

Marisol y Leudy. Foto: Carlos Rueda.
Marisol respiró aliviada cuando le anunciaron que sería sometido a una cirugía. Claro que enseguida llegó la ansiedad ante el inminente procedimiento. En tanto, Ramón esperaba en Higüey y telefoneaba cada vez que podía para enterarse de las novedades.
Operation Smile apoya a los pacientes durante todo el proceso y una voluntaria psicosocial explicó a la madre cómo sería la cirugía y todos sus aspectos. En tanto, Leudy se distraía en el área de juegos.
Una vez que se despertó de la anestesia, Leudy fue llevado a los brazos de Marisol, que lo sostenía sin dejar de mirar su labio reparado.
Fue un momento de pura felicidad, muy diferente a cuando lo tuvo en brazos la primera vez. Ya no tendría que ocultar su labio hendido detrás de un chupete. Fue la primera vez que sintió que su hijo estaba destinado a un futuro mejor.
De regreso a casa, Ramón y los vecinos no podían creer el cambio. Organizaron una fiesta para celebrar la transformación en la vida del niño.
Leudy ha crecido y es ahora un niño saludable, feliz. Marisol expresó su agradecimiento a Operation Smile y los voluntarios que proveen mucho más que una cirugía segura, restauran la dignidad y la esperanza alrededor del mundo.