El esfuerzo por Jack
La alegría de un prim
ogénito
se había transformado en angust
ia cuando
se enteraron esa tarde
,
por medio de un ultrasonido
,
que el hijo que esperaban tenía el
labio y el
paladar hendido.
Los jóvenes estudiantes universitarios
y trabajadores
d
ieron con Operación Sonrisa Bolivia
y se enteraron sobre la asistencia que brinda, capaz de cambiarle la vida al niño. P
idieron información
y al menos tenían una esperanza para cuando fuera el momento.
De todas formas, nada los preparó para el impacto al ver el rostro de Jack
.
El apoyo de la familia, amigos y vecinos
en Santa Cruz (Este del país),
les ayudó a sobreponerse y bu
scar lo mejor para su hijo.
Aunque Jack no podía ser amamantado no tuvo problemas en adaptarse al biberón y creció normalmente. Sus padres lo acercaron
a
Operation
Smile
con un mes de vida y se decepciona
ron
al
enterarse de que
necesitaba al menos unos seis meses antes de la intervención.
América se fue reconfortada
en parte
al ver que había otras familias como la de ella y que tenían solución.
La espera
hasta la fecha indicada parecía interminable
. Los reconfortó el apoyo de Operación Sonrisa Bolivia, que les proveyó con un obturador para Jack. Es un
complemento dental que cubre el paladar hendido y
permite
que los bebés sean alimentados, lo que ase
gura un crecimiento saludable y adecuado antes de su cirugía.
Finalmente
llegó la siguiente misión.
Jack superó la primera revisión
médica completa por medio de la cual el equipo de voluntarios de
Operation
Smile
determina si
será capaz de soportar la anestesia.
Recibiría la tan esperada cirugía.
América pensó lo peor cuando no apareció su nombre en la lista del primer dí
a y quedó presa de la emoción cuando vio
que sí figuraba
el segundo día.
Con manos temblorosas envió un mensaje de texto a
su pareja
, que estaba en el trabajo.
Felipe no lo podía creer al principio y pensaba que era una broma. Qué diferencia con el mensaje que había recibido u
nos 10 meses antes en el que América
, entristecida,
le pedía que fuera a
buscar
la
a la clínica tras el ultrasonido.
“No podíamos esperar a ver su nueva sonrisa”, relataron a Operación Sonrisa tiempo después. La ansiedad, los nervios y finalmente la alegría los dominaron
aquel
día
de la intervención
en 2018
.
América
brom
ea que Felipe estaba mucho más nervioso que ella.
La vida de Jack cambió, se puede alimentar con normalidad y ya no necesita un obturador.
Toda la familia está muy complacida con el cambio en su rostro.
M
eses
más tarde
fue
operado nuevamente para cerrarle el paladar.
Jack acompaña
a su madre
a clases a veces. Juega
tranquilamente
en el fondo del aula en tanto su madre avanza en su aprendizaje de ingeniería medioambiental.
El niño había empezado el jardín de infantes cuando llegó la pandemia. Interrumpida su terapia del habla, América volvió a recurrir a
Operation
Smile
, que les brindó otra posibilidad de mejorar su vida con terapias virtuales conducidas
desde México.
“Estaremos eternamente agradecidos” a
Operación Sonrisa Bolivia
, dijo América.