Homaire (der.) junto al pediatra voluntario Mauricio Guerra durante un programa quirúrgico en Quito, Ecuador. Foto: Lorenzo Monacelli.
Con casi dos décadas de experiencia en la orquestación de los detalles de un programa quirúrgico de Operation Smile, sabe que la necesidad de atención de un paciente empieza mucho antes de que los suministros médicos y el personal lleguen al sitio de las cirugías.
Agosto es el Mes Nacional de la Lactancia, algo en lo que Homaire ha trabajado sin pausa. “No comenzamos a brindar apoyo para la lactancia solo cuando llega el recién nacido”, explicó. “El éxito viene de educar a la madre durante el embarazo”.
Recientemente nos conectamos con Homaire para dialogar sobre el efecto de la educación y capacitación en las familias y cómo conduce a vidas más ricas.
Homaire lleva 18 años vinculada a Operación Sonrisa Ecuador, como coordinadora clínica y asesora en lactancia. Foto: Lorenzo Monacelli.
Pregunta: ¿Por qué crees que la lactancia es un componente importante del cuidado de las hendiduras faciales de los pacientes?
Respuesta: El primer vínculo afectivo está en la lactancia. También es el primer derecho que tiene el niño.
La alimentación, el cuidado materno y la lactancia materna, es la misma que aporta al lactante todos los nutrientes que necesita. Nos ayuda a fortalecer los músculos del paladar para mejorar el habla. El éxito de la lactancia materna en bebés que nacen con hendidura facial es que el niño es dado de alta del tratamiento logopédico a una edad temprana.
No comenzamos a brindar apoyo para la lactancia solo cuando llega el recién nacido. El éxito viene de educar a la madre durante el embarazo enseñándole técnicas correctas sobre cómo amamantar durante las primeras 72 horas.
Ahí es donde comienza el apego a la lactancia preparando los pezones, enseñando a la madre a usar las técnicas correctas y quitando el miedo a amamantar a su hijo.
P: A menudo visitas a las familias en el hospital cuando nacen pacientes con hendidura facial para brindarles apoyo en la lactancia. ¿Puedes compartir más sobre este trabajo?
R: Como Operación Sonrisa buscamos dar apoyo a cualquier institución que tenga un niño con labio y/o paladar hendido. Hemos construido relaciones con trabajadores sociales que están en contacto con el departamento de enfermería de la fundación para poder saber si hay madres embarazadas o madres que dieron a luz a niños con hendidura facial.
Lo enriquecedor es que hemos formado alianzas con el sector público para poder conectarnos con las futuras mamás, educarlas y ayudarlas a aliviar su miedo a amamantar.
Para muchas madres el momento de amamantar genera miedo e incertidumbre, en particular si el bebé tiene hendidura facial. Homaire las apopya en ese momento clave. Foto: Jasmin Shah.
P: ¿Tienes alguna práctica recomendada sobre la lactancia de pacientes con hendidura facial que te gustaría compartir?
R: Todas las técnicas son válidas. No existe una técnica específica que funcione al 100% para todas las personas. La madre tendrá la capacidad de elegir según su cuerpo, según su comodidad, según su peso. Hay madres obesas o desnutridas. Hay que ver todo este tipo de variables para darle a cada madre una técnica.
La que más utilizo es la ‘técnica del fútbol americano’ (cuando se sostiene al bebé con un solo brazo, ndlr), que es la que hace un mayor cierre del paladar hendido y la que permite que el niño succione. También usamos tetinas de silicona que se colocan en el seno de la madre, las cuales generan un mejor sellado que ayuda al niño.
P: ¿Tienes algún consejo para trabajar con los padres o familiares de pacientes en torno a la lactancia materna?
R: Utilizo dos psicologías. El que da la psicóloga y la otra que yo llamo ‘el hilo y la tela’. Le enseñamos a la madre que la condición de hendidura facial es simplemente falta de hilo, y que tenemos que coser. La parte emocional que trabajamos es que la madre sepa que hay formas de alimentar a su bebé, que el manejo no cambia, que es sano, que tiene todas las cualidades de un bebé sin hendidura facial.
Hay que trabajar con la parte psicológica y afectiva de la madre para que tenga una respuesta favorable en el momento del nacimiento. Este apoyo es vital para garantizar que ella ya conozca las herramientas que funcionarán desde el nacimiento hasta que podamos ayudarla con la cirugía.
Como coordinadora clínica, Homaire acompaña a las madres y a los pacientes hasta justo antes del ingreso al quirófano. Foto: Lorenzo Monacelli.
P: ¿Cuál es la parte más importante de tu trabajo?
R: ¡Todas! No hay una parte de mi trabajo que sea más importante que la otra.
La educación materna es importante porque nos ayuda a manejar mejor la salud del bebé desde el nacimiento. Enseñar a la madre cómo alimentarse y cómo ayudar a su hijo a aumentar de peso. También es importante enseñar al niño cómo hacer técnicas de respiración y el uso de la placa palatina de alimentación.
Entonces, todos los procesos que realiza Operation Smile tienen el mismo valor de importancia.
P: ¿Hay algo más que te gustaría compartir sobre tu experiencia y prácticas en Ecuador?
R: Las condiciones de hendidura facial no son 100% quirúrgicas. Requieren un tratamiento continuado donde la madre sabe desde el primer día de vida de su hijo que debe empezar a formarse en logopedia, ortodoncia y lactancia.
Operación Sonrisa Ecuador ha hecho un cambio muy importante, que es unificar todos los criterios profesionales en el tratamiento de una condición de hendidura facial.
Esto significa que el cuidado y tratamiento de un niño con labio y/o paladar hendido depende tanto del psicólogo como del cirujano, ortodoncista, logopeda y muchos otros profesionales médicos.
Como organización, tenemos la misma devoción por cuidar a un paciente sin importar si es un recién nacido o un adulto de 99 años.