Afortunadamente Operación Sonrisa Guatemala es una organización reconocida en el país. Esto permitió que el padre de Jobito, también llamado Jobito, se enterara por medio de un colega en el trabajo que existía un equipo de personas capaz de ayudar a su bebé.
Con esperanza, Jobito y su esposa Lilia se prepararon para viajar cualquier distancia con tal de que su hijo tuviera la oportunidad de una vida más saludable y feliz.
Así acudieron al centro de tratamiento integral de Operación Sonrisa en Ciudad de Guatemala, la capital.
La nutricionista Mónica Arredondo examina a Jobito, sostenido por su madre Lilia. Foto: Rohanna Mertens.
La llegada al centro fue el inicio de la recuperación para Jobito, aunque hubo que salvar algunos obstáculos.
Luego de conocer a la familia, los voluntarios de Operación Sonrisa Guatemala evaluaron la salud integral del bebé y le colocaron un obturador para que pudiera alimentarse.
El obturador es una placa que se coloca en el paladar para que el bebé pueda amamantarse sin que la leche materna le impida respirar.
Pese a esto, Jobito seguía sin recuperar peso, por lo que tendría que esperar todavía más para poder hacer frente a la cirugía.
El bebé fue incluido en un programa de distribución de apoyo nutricional. Cada mes, las familias en el programa reciben una caja con leche fórmula, un cereal de soja elevado en proteínas, vegetales y frutas. En cada caja, Lilia recibía suficiente fórmula para alimentar a su bebé por un mes.
Cuando regresó a Ciudad de Guatemala luego de que pasara lo peor de la pandemia de COVID-19, Jobito pesaba ocho kilos. Fue examinado por nutricionistas y pediatras que determinaron que podía ser agendado para una cirugía.
Una agradecida Lilia explicó poco después que el programa nutricional fue la clave para que Jobito recibiera su nueva sonrisa. Si puedes (y en el momento en que puedas), ayúdanos a cumplir nuestra promesa de cuidar a los niños y generar esperanza.