Con el corazón roto, conmocionado y confundido, su familia no sabía qué había causado que ella naciera así. Pero a pesar de la incertidumbre de lo que les esperaba, sabían que tenían que mantenerse fuertes.
Creyendo que la condición de Rania era la voluntad de Dios, su abuela, Nour, estaba decidida a encontrar el mejor cuidado posible sin importar cuánto tiempo le llevara.
Gracias a la información compartida por los médicos del hospital donde nació, la familia de Rania no tuvo que buscar por mucho tiempo. Menos de una semana después ya estaba al cuidado de los voluntarios médicos de Operation Smile Marruecos.

Rania llegó a un centro de Operation Smile Marruecos junto a su abuela Nour. Foto: Margherita Mirabella.
Como una de las organizaciones sin fines de lucro más activas del país, Operation Smile Marruecos busca llegar a los pacientes y familias afectados por hendiduras faciales mediante la realización de cirugías seguras y la prestación de servicios multidisciplinarios durante todo el año, que incluyen terapia del lenguaje, apoyo psicosocial, atención dental y más en sus tres centros de atención, ubicados en Casablanca, El Jadida y Oujda.
Al llegar con su abuela al cercano centro de Casablanca, Rania, de una semana de edad, era demasiado pequeña para someterse a una cirugía de paladar hendido, pero los voluntarios locales le colocaron una placa de alimentación, un dispositivo que le permitió alimentarse más fácilmente.
El cuidado dental prequirúrgico, como las placas de alimentación, ayudan a evitar la desnutrición potencialmente mortal que experimentan algunos pacientes cuando su condición dificulta la lactancia.
Con su placa nueva y el apoyo continuo del equipo médico voluntario, Rania solo necesitaba crecer un poco y fortalecerse antes de estar lista para la cirugía.
Pasaron seis meses, y la familia finalmente recibió una llamada de Operation Smile Marruecos informándoles que se estaba llevando a cabo un programa quirúrgico. Abordaron un autobús proporcionado por Operation Smile e hicieron el viaje de 32 horas desde Casablanca a Dakhla. Después de su llegada, Nour supo que Rania no estaba sola.

El anestesista voluntario Marcello Teixeira de Brasil comparte una sonrisa con Rania. Foto: Margherita Mirabella.
La familia de Rania sintió paz al saber que estaban entre otras familias que buscaban ayuda para las condiciones de hendidura facial de sus hijos.
Después de que le realizaran una evaluación médica integral para asegurarse de que estaba lo suficientemente fuerte y saludable para someterse a la anestesia, los profesionales médicos voluntarios le dijeron que Nour que Rania sería operada.
Nour se llenó de felicidad cuando vio la nueva sonrisa de Rania. No podía creer el cambio que podía hacer una cirugía.
No fue hasta después de ver la transformación de su nieta que se dio cuenta de que la cirugía permitiría que otros la vieran como la hermosa persona que ella siempre supo que era.

Años después Rania es una niña feliz. Fotografía: Lorenzo Monacelli.
Al regresar a Casablanca, sus vidas cambiaron drásticamente.
Los meses previos a la cirugía fueron de aislamiento. Nour permanecía en el hogar junto a Rania para evitar las preguntas y las miradas críticas de algunos miembros de su comunidad.
Hoy, van juntas a todas partes. Cuando la gente mira a su nieta lo que ven es a una niña alegre a la que le encanta sonreírle a su abuela. Incluso algunos miembros de la familia que no conocieron a Rania hasta después de la cirugía se sorprenden al saber que nació con hendidura facial.
Con una intervención quirúrgica temprana, ella evitó los problemas de salud y el estigma doloroso que experimentan algunas personas cuando viven con una condición de hendidura facial no tratada.
Apasionada por el dibujo y el baile, Rania tiene la vida que todo niño merece. A los 5 años, cuando le preguntaron qué les diría a quienes la ayudaron cuando era una bebé, simplemente dijo: “Gracias por todo”. Si puedes (y en el momento en que puedas), ayúdanos a cumplir nuestra promesa de cuidar a los niños y generar esperanza.