Akosua vivió 52 años con hendidura facial. Foto: Margherita Mirabella.
A pesar de que no sabía el nombre de su condición, tenía claro que el maltrato y el acoso que tuvo que soportar tenía sus orígenes en el hecho de no tener una sonrisa como todos los demás.
No fue hasta que cumplió 52 años que se enteró del trabajo de Operation Smile Ghana y conoció más acerca de la hendidura facial que sufría. Hasta ese momento la idea de una cirugía para restaurarle su sonrisa era desconocida.
Su familia la aceptó y la amó tal como se veía, pero algunas personas no podían ver más allá de su hendidura facial. El acoso en la escuela fue tan severo que optó por abandonar sus estudios en el segundo año. Y las humillaciones continuaron en su vida adulta.
De todas formas, Akosua nunca se doblegó ante el dolor y la desesperanza. Se casó y tuvo tres hijos que luego la apoyaron en los peores momentos del acoso.
En Ho, Ghana, muchos pacientes en la misma situación que Akosua recibieron su cirugía, Foto: Margherita Mirabella.
El estigma y los prejuicios en torno a la hendidura facial en Ghana también afectaron su forma de vida. Muchos clientes se negaban a comprar sus verduras por temor a su aspecto.
Algunas personas creían que su rostro era un reflejo de la calidad de sus vegetales. En un esfuerzo por salvar su negocio, Akosua comenzó a cubrirse.
Luego de más de 50 años de lucha por ser aceptada y tratada decentemente, encontró un camino por el cual no tendría que volver a tapar su sonrisa. Operation Smile Ghana le brindó esa posibilidad gracias a las cirugías gratuitas y seguras que ofrece.
Estaba frente a la oportunidad de por fin tener la vida que tanto deseaba, no solamente para ella, también para su familia.
Acompañada por su hermano Charles, Akosua tomó un autobús y viajó durante 10 horas hasta un programa quirúrgico en Ho. Luego de su evaluación médica integral, los voluntarios médicos la colocaron en la agenda de cirugías.
Para Charles, que siempre recuerdaba el sufrimiento de su hermana, fue un momento de alegría infinita.
Seis meses después de la operación. Foto: Margherita Mirabella.
Akosua no podía creer que la sonrisa que veía en el espejo tras la operación fuera la suya. “Ahora tengo confianza, me encanta que me tomen fotografías”, dijo.
Los que alguna vez la trataron en forma indebida se sorprendieron al ver el cambio cuando regresó a casa. Ahora espera que sus ventas mejoren para poder proveer una vida mejor a sus hijos y a su familia.
Y también planea regresar a los estudios.
“Le digo a los vecinos sobre Operation Smile”, explicó. “Ya encontré un nuevo paciente con hendidura facial y me aseguraré de que se registre con Operation Smile Ghana y se acerque al próximo programa quirúrgico”. Si puedes (y en el momento en que puedas), ayúdanos a cumplir nuestra promesa de cuidar a los niños y generar esperanza.