Ya sea que se descubra una condición de hendidura facial durante una ecografía prenatal o inmediatamente después del nacimiento del niño, puede infundir miedo e incertidumbre en los padres.
Algunas familias se sienten incapaces de cuidar a su hijo, otras creen que tienen la culpa.
A medida que surgen esos pensamientos de desesperanza y culpa, los psicólogos voluntarios como Chorok ayudan a aliviar las ansiedades de una familia y la motivan para que nunca se rinda.
Ella también ayuda a los pacientes a aceptar la realidad, y les explica que su hendidura facial no define quiénes son o qué serán capaces de lograr en la vida.
Hablamos con Chorok durante uno de los primeros programas quirúrgicos de Operation Smile Marruecos desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Compartió sobre los desafíos que superó para continuar tratando a los pacientes y por qué sus habilidades son una parte vital de la atención integral de la hendidura facial.

La psicóloga voluntaria Deisy Chanchay de Ecuador explica cómo será la cirugía a una madre antes de que su hijo sea operado. Foto: Lorenzo Monacelli.
Pregunta: ¿Qué te inspiró a comenzar a ofrecerte como psicóloga voluntaria en Operation Smile?
Respuesta: Lo que me inspiró a unirme a Operation Smile fueron los niños y los padres. El labio y el paladar hendido no son muy conocidos, por lo que Operation Smile intenta crear conciencia sobre este tipo de condición. También me gustó la forma en que funciona la asociación y el progreso que logra con los niños.
P: ¿Cómo afectó tu trabajo la pandemia de COVID-19?
R: Me encanta viajar a los programas de Operation Smile. Me sentí frustrada. La cuarentena interrumpió nuestra tarea presencial. Pero trabajé de forma virtual. Imagínense un niño en casa, todo el día, sin escuela, sin actividades. Con el soporte de videos, trabajé con los niños y con los padres. Les di consejos a los progenitores sobre cómo actuar con sus hijos. A los niños, les mostré cómo crear actividades en casa.

Ronald Castillo, psicólogo voluntario de Operación Sonrisa Perú, habla con una paciente. Foto: Jasmin Shah.
P: ¿Por qué es tan importante tu papel como psicóloga y la atención al paciente que brindas?
R: Con Operation Smile, lo que hago en el centro de atención y durante los programas son dos tareas diferentes.
En el centro, atiendo a madres embarazadas y a madres que han dado a luz hace poco. Cuando una madre tiene un hijo con labio hendido y no tiene acceso a mucha información sobre la condición, se produce una conmoción. Intento trabajar con la madre y mostrarle que debe ayudar a su hijo. Ella debe cuidar a su hijo. También hago lo mismo con los papás.
Alrededor de los 2, 3 y 4 años se introduce la escuela y el niño debe aceptarse a sí mismo. Sabemos muy bien que hay discriminación en la escuela y en la sociedad. Es probable que los pacientes se enfrenten a esta discriminación.
Durante los programas preparo a los niños y a los padres para la cirugía. Después de la cirugía, trato de trabajar con los pacientes porque hay niños que tienen miedo. Intento trabajar con ellos y calmarlos.
También ayudo a los padres a aceptar, especialmente a las madres, que acepten más a sus hijos después de la operación.

La madre de Steven lo besa antes de entregárselo a la psicóloga voluntaria María Fernanda Rivera, previo a la cirugía en Operación Sonrisa Honduras. Foto: Rohanna Mertens.
P: Desde el principio hasta el final de tu trabajo con ellos, ¿Cuánto tiempo sigues tratando a un paciente? ¿Cuáles son sus esperanzas después de que dejan tu cuidado?
R: No hay límite de tiempo. En relación con el labio y el paladar hendido, por ejemplo, el niño puede ser objeto de discriminación en la escuela y en la vida. Hay una falta de confianza durante la adolescencia. Depende de cada caso. Es ilimitado.
Los veo como parte de mí. Operation Smile se ha convertido en parte de mí. Espero ver pacientes muy felices en su vida, verlos satisfechos en su vida profesional y personal. Espero verlos aceptados en la sociedad y que acepten su condición. Que acepten su propia imagen.