El curso de la vida de Sofía cambió instantáneamente el día que nació Johana.
Pero incluso después de ver la hendidura facial de su hija, mantuvo la esperanza. A diferencia de muchos padres de niños con hendiduras faciales, sabía que existían posibles soluciones quirúrgicas.
Como Johana, Sofía nació con labio y paladar hendidos.
Diez años antes de llegar con Johana al centro médico de Operación Sonrisa Nicaragua, recibió una cirugía de profesionales médicos no afiliados a Operation Smile para reparar su labio.
Sin embargo, nunca tuvo opciones quirúrgicas seguras para su paladar y continuó viviendo cada día con una hendidura sin reparar.
A pesar de todo esto, sus pensamientos estaban enfocados en Johana y el futuro que deseaba para ella. Durante un año buscó la solución que necesitaba su hija.
Sofía siempre confió en el personal y voluntarios de Operación Sonrisa Nicaragua. Foto: Rohanna Mertens.
Sofía se enteró de la existencia de Operación Sonrisa Nicaragua. La organización no solo brinda atención quirúrgica de alta calidad a niños como Johana, sino que también brinda transporte gratuito para pacientes potenciales que viajan grandes distancias desde sus hogares.
Después de su viaje, Johana y Sofía recibieron sus revisiones médicas integrales. Este es un paso necesario para evaluar si un paciente está en condiciones de recibir una cirugía.
En muchas ocasiones sus operaciones son postergadas porque presentan problemas de alimentación. Es por esto que Operation Smile tiene programas de nutrición, un aspecto clave para la buena salud, particularmente de los bebés con hendiduras faciales.
Aunque Sofía estaba nerviosa en los momentos previos a sus cirugías, habló con seguridad sobre los voluntarios de Operación Sonrisa Nicaragua y dijo que siempre confió en las manos de quienes la iban a cuidar a ella y a su hija.
“Sabemos que las personas que están involucradas en el proceso son capaces”, dijo.
Johana recibió una nueva sonrisa y voluntarios médicos realizaron con éxito la cirugía de paladar hendido que Sofía que había esperado durante una década.
El esposo de Sofía, Olgemar, dijo que a pesar de las adversidades, especialmente económicas, sus metas se cumplieron.
Agradeció a Operación Sonrisa Nicaragua por cumplir el sueño de su familia. “Sin ese apoyo no hubieran tenido las operaciones porque no podemos pagarlas”, dijo. “Estoy muy feliz por eso”.