Preocupados por las dificultades para alimentarlo, veían que Miguel no ganaba peso.
La nutrición es clave en todo recién nacido, más aún en un bebé con hendidura facial. Su condición puede generar todo tipo de problemas a la hora de la alimentación, incluso la muerte.
Pero tanto Melvi como Fabián se dieron cuenta de que no iban a lograr nada si no hacían nada. Es por esto que se trasladaron hasta el hospital de Niños.
En una de sus visitas Fabián recibió información sobre el trabajo de Operación Sonrisa Bolivia.
Fabián y Melvi se enteraron del trabajo de Operación Sonrisa Bolivia y todo cambió. Fotografía: Margherita Mirabella.
Personal del hospital le explicó que Operation Smile trabaja en más de 30 países alrededor del mundo y ofrece cirugías gratuitas y seguras a personas con hendiduras faciales.
Además propone programas de nutrición para quienes lo necesiten y un tratamiento global para para hendidura facial.
Melvi y Fabián contactaron a Operación Sonrisa Bolivia, se reunieron con los voluntarios médicos, y de a poco sintieron que revivía la esperanza de un futuro mejor para su hijo.
Muy pequeño para recibir cirugía, Miguel fue primeramente tratado para asegurar su alimentación. Operación Sonrisa Bolivia les brindó un biberón especial que permitió que el pequeño tomara la leche de su madre y comenzara a ganar peso.
Miguel recibió tratamiento integral. Fotografía: Margherita Mirabella.
Los meses de espera hasta la cirugía se hacen eternos muchas veces, pero Melvi y Fabián contaron con el apoyo de sus familiares y amigos.
Con el tiempo, Miguel mejoró su estado general, algo que fue confirmado por la revisión médica integral que realiza Operation Smile a cada paciente que llega a un programa quirúrgico.
Superó la prueba y pudo ser programado para una cirugía. Fue primeramente operado por su labio hendido y meses más tarde regresó para la operación del paladar.
En ambas ocasiones, Melvi, Fabián y Miguel fueron recibidos con alegría por sus familiares y amigos al regresar a casa.
“Un millón de gracias. Sigan haciendo lo que están haciendo, es un buen trabajo. Serán recompensados en el cielo”, dijo Melvi, plena de felicidad por saber que su hijo tiene un futuro mejor y una nueva sonrisa.